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EE.UU. jubila a los últimos chimpancés utilizados para investigación invasiva


Gran avance en la defensa de los derechos y bienestar de los chimpancés

La mayor institución pública de investigación médica de Estados Unidos, el NIH (National Institutes of Health), ha decidido jubilar definitivamente a los últimos 50 chimpancés utilizados en estudios científicos y ensayos clínicos, según ha confirmado el director del NIH, el prestigioso investigador Francis S. Collins.

La decisión de abandonar totalmente la experimentación con chimpancés llega dos años después de que el propio NIH iniciase un proceso de revisión total de los procedimientos y estudios en los que se utilizaban ejemplares de esta especie, en consonancia con la tendencia científica internacional de reducir al máximo la utilización de grandes simios en los laboratorios, y con el informe de expertos informando de la ineficacia e inconveniencia de seguir investigando invasivamente con chimpancés.

Por su parte, la Dra. Jane Goodall señaló: "He trabajado en esto desde 1987 y por fin está ocurriendo, ha sucedido por etapas y esta es la final, donde los últimos 50 chimpancés que estaban en manos de científicos fueron liberados". El IJG en EE.UU, junto a la Humane Society y otras organizaciones han estado trabajando incansablemente para proteger a los chimpancés y otros animales utilizados en la experimentación biomédica.

Francis Collins destaca en su nota oficial que “la investigación con primates no humanos ha sido y continúa siendo vital para ayudarnos a entender y mejorar la salud humana en una multitud de maneras, incluyendo el desarrollo de tratamientos e intervenciones”. Sin embargo, añade el doctor Collins, cualquier utilización de primates no humanos en trabajos de experimentación se debe basar en criterios científicos y reducirse a los casos estrictamente necesarios.

       

Dos años de revisión de estudios

En junio de 2013, el NIH anunció su decisión de “reducir significativamente el uso de chimpancés en la investigación biomédica y acordó mantener sólo una pequeña población de estos animales”. Durante los dos últimos años han sido revisados todos los procedimientos en los que se utilizaban este tipo de animales y se ha llegado a la conclusión de que todos ellos pueden llevarse a cabo con procedimientos alternativos o el uso de otras especies animales.

De forma paralela, indica el profesor Collins, el pasado 16 junio de 2015 el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos incluyó a los chimpancés en la lista de animales en peligro de extinción, incluyen a este efecto a los ejemplares en cautividad que residen en Estados Unidos. Esta declaración obliga a todos los investigadores a solicitar un permiso especial si quieren hacer servir chimpancés en estudios que puedan suponer un riesgo o padecimiento para el animal.

“Como resultado de estos numerosos cambios en los últimos años y la reducción significativa demanda de los chimpancés en la investigación biomédica está claro que hemos llegado a un punto de inflexión”, indica la nota oficial de Francis Collins. “De acuerdo con el compromiso del NIH de junio de 2013, he vuelto a valorar la necesidad de mantener los chimpancés para la investigación biomédica y decidió que con efecto inmediato, el NIH ya no mantendrá la colonia de 50 chimpancés para la investigación futura. Todos los chimpancés propiedad del NIH serán jubilados reubicados en santuarios para animales tan pronto como sea posible”, detalla la decisión del máximo responsable de este organismo público de Estados Unidos.

Por otro lado, será posible continuar investigando con otros primates no humanos, como macacos rhesus. Muchos macacos se utilizan también en Europa, exportados desde la granja de cría de Camarles, en Cataluña, tras ser cazados e importados desde las islas Mauricio. Estos primates son utilizados en todo tipo de investigaciones biomédicas invasivas como modelos para enfermedades humanas (VIH, Parkinson, hepatitis), desórdenes psicológicos, toxicología, trasplantes, nutrición, odontología, guerra biológica y otros usos militares, abuso de drogas, vacunas, clonación. Estos usos están siendo cuestionados tanto por el público y varias organizaciones animalistas como por la comunidad científica internacional, pues durante años y millones de dólares gastados, por ejemplo, en la investigación del VIH, los resultados son insuficientes y muchas veces han fallado; por lo que es importante considerar cómo se invierte el dinero público en otras vías más eficaces como la prevención, o el uso de alternativas a los animales, como los estudios epidemiológicos o la medicina basada en la evidencia. 
 

20/11/2015
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