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El consumo intensivo de carne, una catástrofe medioambiental


Hoy, 1 de octubre, es el #DíaMundialDelVegetarianismo. Se trata de una cita celebrada cada año desde 1977, cuando la Sociedad Vegetariana de Norteamérica la estableció para promover los beneficios de este tipo de dieta. Además, esta edición coincide con el #DíaMundialDelHábitat, celebrado el primer lunes de octubre, una ocasión perfecta para profundizar en cómo afecta el consumo generalizado de carne procedente de ganadería industrial al medioambiente. 

Vegetariano, ovolácteovegetariano, vegano, crudivegano, frutariano... Son diferentes variaciones de la dieta o estilo de vida vegetariano, caracterizado por rechazar el consumo de carne o productos de origen animal, dependiendo de la vertiente del movimiento. Pese a no haber datos oficiales, se estima que el 8% de la población española se decanta por una alimentación vegetariana, según el informe The Green Revolution, elaborado por la consultora Lantern en 2017. Sin embargo, las cifras relacionadas con el mundo del vegetarianismo mantienen en general una tendencia al alza, por lo que es muy posible que la población actual española esté mucho más comprometida con este tipo de dieta en la actualidad. Por ejemplo, en los últimos cinco años se ha duplicado el número de negocios especializados en este tipo de alimentación; y Deliveroo ha registrado un crecimiento del 161% en los pedidos de comida vegana a domicilio en 2017. 

                                                   

De hecho, la propia Dra. Goodall lleva un estilo de vida prácticamente vegano, ya que rechaza el consumo de productos de origen animal siempre que le es posible. No obstante, ya que viaja 300 días al año, en ocasiones resulta muy complicado esquivar algún producto lácteo cuando la preparación de la comida no depende de una misma. En el caso de nuestra fundadora, la elección de una dieta vegetariana/vegana se debe principalmente a razones éticas, para evitar el sufrimiento animal, uno de los motivos más extendidos en la justificación de dietas vegetarianas. Sin embargo, no es el único.



Además de las razones éticas, ya que un estilo de vida vegetariano obviamente promueve el bienestar animal; y de salud, ya que muchos estudios relacionan directamente el consumo de productos cárnicos con enfermedades como el cáncer; queremos hacer hincapié en las razones relacionadas con la sostenibilidad del planeta. 

Según el estudio presentado por el International Water Institute en la Conferencia Mundial del Agua de 2012, para el año 2050 la población humana alcanzará los 9.000 millones de habitantes. De mantenerse el consumo actual de proteína cárnica, que se estima en el 20%, la demanda de la misma sería insostenible. De hecho, debería reducirse dicho porcentaje hasta menos del 5% para poder ser cubierto. Esto se debe, principalmente, al elevado consumo de agua en la producción ganadera. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, se requieren 15.000 litros de agua para generar un solo kilo de carne, mientras que la cantidad se reduce diez veces para producir un kilo de grano. En otras palabras, el 70% del agua extraída de acuíferos, ríos y lagos es empleada para la agricultura. Además del consumo que conlleva, la ganadería también lleva ligada altas tasas de contaminación de aguas subterráneas debido a la filtración de los residuos fecales, microorganismos, parásitos y restos de medicamentos administrados masivamente a ciertos tipos de reses. Esto se traduce en un aumento de la concentración de nitratos en el agua superficial y subterránea, pudiendo acarrear problemas de salud en los consumidores.

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El problema de la superpoblación viene de la mano de la globalización del estilo de vida occidental, sobre todo en lo relacionado con la alimentación. Los países asiáticos, históricamente, han mantenido una cultura gastronómica en la que las verduras, frutas, legumbres y semillas tenían un mayor protagonismo, pero esta tendencia se está viendo afectada por la influencia occidental, en la que el consumo cárnico es mucho mayor. Este aumento de consumo de carne aplicado a una población tan extensa ha provocado una generalización de la ganadería industrial, caracterizada por la concentración de un gran número de animales en naves, reduciendo su espacio al máximo para optimizar la materia. Del mismo modo, este tipo de ganadería abusiva requiere una gran cantidad de alimento, ya que los animales de ganado consumen un tercio de todos los cereales cosechados a nivel mundial. Debido a esta demanda, se deforestan grandes superficies para instalar tierras de cultivo (solo en España, más del 33% del territorio nacional son campos de cultivo). Por lo general, se trata de grandes extensiones de monocultivo, degradando inmensamente la biodiversidad del entorno y el hábitat de numerosas especies. 

Finalmente, otro de los impactos negativos de la industria de producción ganadera es la emisión de gases contaminantes que agravan el calentamiento global. Según el informe "Agricultura y cambio climático" de Greenpeace, los animales producen grandes cantidades de metano al alimentarse, siendo causantes directos del 14,5% de los gases de efecto invernadero a nivel mundial, más que todo el sector del transporte junto. Este dato se ve agravado, ya que la industria ganadera también es la causante de gran parte de la deforestación para la creación de tierras de cultivo, por lo que no solo emite gases, sino que impide que la capa forestal pueda contribuir a la absorción de los mismos. 

                                                                      
El vegeterianismo y el veganismo tienen cada vez más visibilidad en el mundo y los medios de comunicación. Gracias al compromiso de grandes personalidades de diferentes ámbitos, como la propia Dra. Goodall, muchas personas se suman a este tipo de dieta y estilo de vida. El vegetarianismo cuenta entre sus defensores y practicantes con famosos actores y actrices, como Brad Pitt, Ellen Page o Jared Leto; líderes de opinión del mundo televisivo, como Ellen DeGeneres; cantantes, como Miley Cyrus o Stevie Wonder; modelos, como Claudia Schiffer; empresarios y visionarios, como Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, o Biz Stone, co-fundador de Twitter; políticos, como Al Gore... y muchísimos más.

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Está claro que las motivaciones para abrazar el vegetarianismo o el veganismo son muchas y muy dispares, pero también es innegable el impacto positivo que este tipo de estilo de vida tiene en el medioambiente, ya que se trata mucho más que de alimentación. Por lo general, es una filosofía que lleva vinculado un ahorro en recursos, ya que cada vez son más los vegetarianos que se apuntan al comercio a granel y el "Zero Waste" o residuo cero. Por ello, y aprovechando este #DíaInternacionalDelVegetarianismo y el #DíaMundialDelVeganismo, que se celebrará el próximo 1 de noviembre, desde el Instituto Jane Goodall te invitamos a que pruebes a realizar un ejercicio de autocrítica. Analiza tu alimentación, si es equilibrada o no; tu compra, si abusa de embalajes plásticos innecesarios; tus necesidades vitales, sin consideras imprescindible cosas que realmente no lo son...y, si te animas, intenta reducir el consumo cárnico, por lo menos, este mes del vegetarianismo/veganismo. Quizás descubras mucho más sobe los beneficios de este modo de vida. 



"Nada beneficiará tanto la salud humana e incrementará las posibilidades de supervivencia de la vida sobre la Tierra como la evolución hacia una dieta vegetariana". Albert Einstein

"La grandeza de una nación y su progreso moral pueden medirse por el trato que reciben sus animales". Mahatma Gandhi

"¡Oh, dioses! ¿Puede darse mayor delito que introducir entrañas en las propias entrañas, alimentar con avidez el cuerpo con otros cuerpos y conservar la vida dando muerte a un ser que como nosotros vive?". Pitágoras

"Vendrá el tiempo en que los hombres considerarán la matanza de animales igual como consideran ahora la de los hombres". Leonardo da Vinci

"Si un hombre aspira sinceramente a vivir una vida más amorosa y espiritual, su primera decisión debería ser la de abstenerse de matar y comer animales". León Tolstói

01/10/2018
Equipo del IJG
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