Día contra el Cambio Climático: Trabajamos con las comunidades rurales vulnerables de Senegal

Cada 24 de octubre se celebra el Día Internacional contra el Cambio Climático para tomar conciencia de la necesidad de mitigar sus causas y paliar sus devastadores efectos. Y precisamente, en esa dirección trabajamos en el IJG Senegal con nuestro proyecto llamado BCR (Building Community Resilience to climate change in Senegal).

Esta iniciativa, creada juntamente con el IJG Canadá y financiada por el gobierno canadiense a través de su agencia Global Affairs Canada, nace con el objetivo de aumentar la resiliencia de las comunidades vulnerables al cambio climático, con énfasis en la igualdad de género y la sostenibilidad ambiental. Las actividades enmarcadas en este proyecto se desarrollan en 21 pueblos de 4 comunas de la región de Kedougou, en el sudeste de Senegal, una zona calurosa muy vulnerable al cambio climático, con una larga temporada seca sin lluvias y con incendios forestales.

Allí la gente depende sobre todo de los cultivos producidos en temporada de lluvias para nutrirse y generar ingresos, y directamente de la naturaleza para muchos recursos: lluvias para campos, arroyos y pozos de agua, bosques sanos para frutos, medicina, madera, leña… Por tanto, mejorar la gestión de los recursos naturales y la productividad de sus cultivos, en un contexto de crisis climática, es esencial para su desarrollo y supervivencia.

Agricultura productiva del fonio
 
El fonio es un sabroso cereal autóctono del tamaño del mijo, que crece sobre suelos pobres, sin fertilizantes químicos y no implica deforestación, por lo que incrementar su agricultura y facilitar su proceso de transformación y venta es importante para poder adaptarse a los efectos del cambio climático en la productividad de los cultivos, así como evitar aumentar otros cultivos que implican deforestación, y disminuir la importación de granos con precios al alza y mayor impacto ecológico debido a su transporte (por ej, arroz de Asia).
 

Con el equipo del IJG España en Senegal hemos formado a casi 1.000 mujeres de 14 pueblos, dedicadas al cultivo de fonio, y les hemos provisto de semillas y del equipamiento necesario para su transformación, así como del acompañamiento y formación para la constitución oficial de agrupamientos cooperativos llamados GIE (Grupos de Interés Económico). Próximamente, construiremos 14 edificios en diversos pueblos para albergar las costosas máquinas compradas por el proyecto, las cuales servirán para quitar de forma rápida y eficiente la cáscara de los diminutos granos de fonio, reemplazando el tedioso proceso que suelen hacer las mujeres y niñas en morteros y que requiere de muchas horas para producir unos pocos kilos. De este modo, se libera tiempo de las mujeres, se facilita el procesamiento para su consumo, se mejora la seguridad alimentaria y se aumenta la venta del producto con valor agregado hacia las ciudades.
 

Produciendo carbón ecológico

En la gran mayoría de Senegal, especialmente en hogares de zonas rurales, se cocina con carbón o leña. Al mismo tiempo, la elaboración de carbón en base a madera está prohibida en muchas zonas para evitar la deforestación, pero la práctica es tolerada, ya que no suele haber alternativas. En el marco del proyecto BCR, y con la ayuda de consultores privados, desde el IJGE realizamos sesiones de formación (y seguiremos hasta alcanzar 11 pueblos) para enseñar a las agrupaciones locales (la mayoría compuestas exclusivamente por mujeres) cómo producir carbón ecológico a partir de la paja, una alternativa a la tala ilegal y quema de árboles para carbón.
 

La paja crece abundantemente en las sábanas de esta región y constituye una fuente importante de combustible en los incendios forestales, por lo que su aprovechamiento para producir biocarbón también contribuye a reducir los incendios forestales en un ambiente cada vez más cálido debido al cambio climático. El polvo seco, producto de la cocción de la paja en hornos con poco oxígeno, es mezclado con algo de arcilla y prensado para hacer briquetas de carbón, que son ligeras, generan más calor que el carbón normal, y apenas producen humo. Los agrupamientos locales están siendo formados al mismo tiempo para convertirse en cooperativas oficiales (GIE), que podrán vender las briquetas de carbón ecológico para las poblaciones urbanas.

Sensibilizando y empoderando a las comunidades

Impartimos talleres de sensibilización sobre la gestión sostenible de los recursos naturales en todos los pueblos, incluyendo temas como la deforestación, la polución del agua, la sobreexplotación de los recursos, la erosión del suelo, y los incendios forestales, proveyendo al mismo tiempo a la comunidad local equipamiento y formación para luchar contra estos incendios que dañan a la biodiversidad y contribuyen a la crisis climática.
 

Del mismo modo, hacemos formaciones en igualdad de género, para empoderar a las mujeres locales, agentes cruciales en la lucha contra el cambio climático.

A través de este proyecto, en 2023 crearemos 8 viveros forestales con pozo de agua, gestionados por mujeres, para mejorar la seguridad alimentaria pero también para favorecer la plantación de especies forestales que están en disminución (karité, baobab, lare, lengue…), y aumentar la disponibilidad de recursos naturales, así como la capacidad de la masa forestal para secuestrar dióxido de carbono, elemento fundamental para reducir el efecto invernadero.


El cambio climático es una realidad que afecta la vida diaria de mucha gente en todo el mundo, especialmente en zonas rurales vulnerables, y tomar medidas para revertir sus causas y mitigar sus efectos es fundamental. Por eso, desde el Instituto Jane Goodall España impulsamos este ambicioso proyecto en Senegal, que tiene previsto impactar positivamente en la vida de miles de personas de 21 pueblos, y en la preservación de su entorno, beneficiando también la conservación de los bosques y el hábitat de los chimpancés que habitan en la zona, pertenecientes a la subespecie Pan troglodytes verus, en peligro crítico de extinción.