Parientes en peligro

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), los chimpancés están "en peligro de extinción", y una de sus cuatro subespecies, Pan troglodytes verus (variedad de África occidental a cuya investigación y protección in situ se aboca el equipo del IJG España en Senegal), está en "peligro crítico de extinción".  De hecho, los chimpancés ya se encuentran extintos en 4 países africanos: Togo, Benín, Burkina Faso y Gambia. Se estima que a principios del siglo XX, en África había una población de un millón de chimpancés. En la actualidad esta cifra ha disminuido drásticamente, estimándose que quedan menos de 250.000 chimpancés salvajes, en 21 países. Los gorilas, bonobos, gibones y orangutanes, entre muchos otros animales, se encuentran también “en peligro de extinción” o “en peligro crítico de extinción”. Si NO se toman las medidas necesarias, nuestros parientes más cercanos podrían desaparecer en pocas décadas. Puedes ver un programa interactivo sobre la situación de las diversas especies en diferentes ecosistemas de África y Asia en esta completa web de Apes Portal (Apes Population Ecosystem Surveys, con aportes del Jane Goodall Institute).


Status de los chimpancés según la UICN: "Endangered" para 3 subespecies, pero "Critically Endangered" para la subespecie de África occidental

Amenazas


Pérdida de hábitat

Los hábitats donde viven los chimpancés, especialmente las selvas tropicales, están desapareciendo a un ritmo alarmante. Una de las principales causas de su destrucción o degradación es la deforestación para la obtención de madera, la mayor parte de la cual es exportada a países del norte, como España. La creciente demanda de alimentos y materias primas provoca la tala de zonas boscosas para la extensión de cultivos y zonas de pastoreo. La construcción de infraestructuras (presas que inundan grandes zonas, líneas eléctricas, rutas, vías ferroviarias, etc.) y la industria minera (por ej. de bauxita, oro, casiterita, coltán, etc.) también causa grandes daños a los ecosistemas donde habitan los chimpancés y muchas otras especies animales y vegetales. En Borneo y Sumatra, la deforestación para cultivos de palmera aceitera a gran escala está diezmando las poblaciones de orangutanes a un ritmo vertiginoso. El cambio climatico ha producido un incremento de temperaturas y también está disminuyendo la cantidad y periodicidad de lluvias en muchas zonas de África, afectando la vegetación y por ende los recursos tróficos disponibles para los chimpancés y otros animales, además de favorecer la sequía y los consecuentes incendios forestales, que reducen aún más los bosques y los recursos disponibles.

Caza para consumo de carne

Tradicionalmente en muchos países africanos los animales salvajes han sido consumidos como carne. Pero actualmente, la demanda de “carne de selva” (bushmeat en inglés) se ha incrementado en las zonas urbanas. Los cazadores pueden acceder a zonas antes impenetrables a través de las carreteras abiertas por compañías madereras y mineras, y además poseen modernas armas de fuego (especialmente en las zonas castigadas por conflictos bélicos). Todos estos factores han desembocado en un problema a gran escala que afecta especialmente a las especies amenazadas como los chimpancés y los gorilas. Aunque el tráfico de carne de selva es en la mayoría de los casos ilegal, sigue produciéndose a nivel local y también internacional, existiendo casos de venta de carne de chimpancé y otros animales en ciudades asiáticas, europeas y americanas (ver artículo). En Congo, el IJG colabora en la lucha contra la caza y el tráfico ilegal, formando a agentes y autoridades de cada país, haciendo campañas de sensibilización, y facilitando perros entrenados para detectar animales traficados. En Uganda, el equipo del IJG rescata chimpancés de las trampas y emplea ex cazadores para quitar trampas de los bosques. Con los alambres de las trampas recuperadas, las mujeres de las comunidades locales elaboran artesanías que son luego comercializadas por el IJG.


Trampas en Uganda (Vídeo: IJG)

Tráfico ilegal de crías

Cuando los cazadores entran en la selva para cazar chimpancés, su objetivo más fácil son las madres que llevan consigo a sus crías. Ellas huyen cargando con sus bebés, teniendo más dificultad que el resto del grupo. Cuando una madre es abatida, el resto del grupo intentará ayudar a la cría aterrada, dando la posibilidad a los cazadores de matar a otros chimpancés adultos. La cría, muchas veces herida, será transportada hasta una zona habitada y vendida en un mercado local o mantenida en cautividad en pésimas condiciones. Se estima que por cada cría rescatada del tráfico ilegal, 10 chimpancés han muerto en el proceso.

El tráfico ilegal de crías también se extiende a nivel internacional, siendo muchas de las crías transportadas a países de Oriente medio o Asia para ser utilizadas en la industria del espectáculo, en laboratorios, en zoos y como mascotas.

Descubre aquí lo que el IJG realiza en el Centro de Rehabilitación de Chimpancés de Tchimpounga en Congo.

Cría desnutrida rescatada por el IJG en Tchimpounga    Foto IJG/Fernando Turmo
 

Soluciones / ¿Qué podemos hacer?

  • No comprar madera de origen tropical, o buscar madera con certificación FSC de tala sostenible.
  • Reducir/evitar el consumo de aceite de palma (en bollería, cereales, chocolate, cosméticos, etc) y otros productos forestales (papel) de origen no certificado como sostenible.
  • Alargar la vida útil de los productos electrónicos que usamos, evitando comprar marcas que no certifican el origen de minerales como el coltán y casiterita como no provenientes de zonas de conflicto, y reciclando móviles en desuso (Ver campaña Movilízate por la selva).
  • Participar en campañas contra el uso de animales salvajes en la industria del entretenimiento.
  • Evitar fomentar el mascotismo de primates y otros animales salvajes, por ejemplo haciéndose fotos con mascotas o compartiendo en redes fotos que promuevan el mascotismo.
  • Evitar la compra de productos directa o indirectamente derivados de la caza de animales salvajes.
  • Ayudar en el rescate y rehabilitación de chimpancés huérfanos a través del programa de apadrinamiento Chimpamigos.
  • Apoyar programas que mejoren las condiciones de vida de las poblaciones humanas que viven cerca de zonas donde habitan chimpancés, ofreciendo nuevas alternativas económicas sostenibles (como los programas desarrollados por el IJGE en Senegal), acompañadas de planes sanitarios y de planificación familiar, como TACARE.